viernes, 8 de enero de 2010

En España conducimos bien, y esto obviamente es una ironía



Ya es una realidad, cada día se convierte en una lucha por la supervivencia en la selva, o mejor dicho, en nuestras carreteras. A diario, millones de coches transitan por nuestras carreteras, ya sea por dentro de pueblado o fuera. Todos aquellos que hacen uso de la vía pública, y que por lo tanto están capacitados para circular por ella, debe obedecer un mismo código que permita una convivencia en harmonía, a este se le llama código de circulación. No obstante, también es menester aprobar un examen teórico y práctico, en el cual demostraremos que nuestros conocimientos y aptitudes son los correctos para poder circular. Todo esto está muy bien, todos respetamos las normas, pero esto dura hasta que salimos de la autoescuela, a partir de aquí empieza el desmadre que yo vengo a criticar.

Desde hace tiempo empieza a irritarme el simple hecho de conducir, y si llevas moto aun te tratan peor de lo que cabe esperar, pues parece ser que como tu vehículo es más pequeño carece de importancia. Sin embargo, los que van en moto tampoco son angelitos, no me voy a poner ahora a citar casos. Lo que más me preocupa no es que algunos corran más que otros, sino que sistemáticamente se ignore la norma, produciéndose así un gran número de accidentes al día. Estos suelen darse casi siempre, curiosamente, en las rotondas, ese gran enemigo del conductor. La situación es más común de lo que creemos, el que circula por el carril del interior cree que no debe respetar al del exterior, de esta manera sale de esta cuando le apetece sin tener en cuenta a los demás vehículos, colisionando y, en la mayoría de casos y para nuestra sorpresa, increpando al inocente conductor al que le han fastidiado el día. En resumen, desconocemos aquello que en teoría sabemos, que son las normas de circulación.

Hasta aquí mi discurso no ha sido tan duro como cabría esperar, pero me duele como ciudadano el simple hecho de ver como familias enteras pierden a sus miembros por la irresponsabilidad de unos pocos. Estos pocos además suelen ser siempre los mismos, yo apuntaría a los que ya han pasado una cierta edad y no deberían conducir, junto con aquellos que creen ir por un circuito o compitiendo con sus amigos, pero la fiesta siempre acaba mal para los mismos. Por si fuera poco, yo mismo, y me da que gran parte del pueblo español, cree tener la mala suerte de que siempre la paga quien menos culpa tiene, yo ya estoy cansado de tener que frenar en las rotondas para que no me den, cuando no debería hacerlo, pero estoy seguro de que el día que lo hagan me echaran la culpa. El estado hace lo que puede, pone radares y se dedica a hacer controles, entre otras medidas, que no logran tener demasiado éxito y encima parecen elaboradas con el fin de recaudar dinerito.

En conclusión, y para no aburrir al que este leyendo esto, querría señalar que obviamente todos cometemos fallos, sin embargo unos pocos suelen andarse con más cuidado. Yo todavía llevo la L de novato, pero tome consciencia durante mi aprendizaje de lo que no debía hacer, solo se trata de tener un poco respeto por todos, haciendo posible la convivencia. Sé que es un tema al que le podría haber dado mucha más cuerda, pero por hoy ya me ha servido para desahogarme.

miércoles, 6 de enero de 2010

Análisis de Dragon Age


¡Saludos a todos y feliz año nuevo!

Bueno sí, he de aceptarlo, durante estos días no ha habido nada nuevo en el blog, sin contar que haya añadido canciones al reproductor, pero debéis entender que ahora empiezan los exámenes y eran fiestas… De esta manera, empezamos este año 2010 con un tema diferente a los anteriores, esta vez no vamos a criticar aspectos de nuestra sociedad ni a hacer balance del pasado año, hoy simplemente me apetece comentar una de las obras de arte de este año, hablando de videojuegos, llamada Dragon Age. Sin más dilación, vamos a hablar de el:

Hablemos de Dragon Age, juego que he probado estas navidades y que me ha enamorado profundamente. El juego de Bioware, aplaudido también en Meristation, nos embarca en una aventura espectacular, donde nosotros escogeremos una de las tres razas disponibles y especificaremos tanto nuestra especialidad como aspecto físico. Todo esto tendrá un gran peso en el desarrollo de la historia, al igual que variará la manera en que nos traten los diferentes personajes. Por si fuera poco, sea cual sea nuestra raza, viviremos una historia diferente, en otras palabras, los motivos a la hora de embarcarse a la aventura no serán los mismo para un humano que para un elfo. Es necesario destacar que todos los personajes juegan un papel relevante en el hilo principal, pero su relación con nosotros variará en función de las decisiones que tomemos continuamente, lo que nos permite adivinar que habrá diferentes soluciones a un mismo conflicto, variando también el final en función de lo que hagamos, pero ya no se trata de ser bueno o malo, no hay un indicador para esto.

En cuanto al aspecto gráfico, es bastante bueno, no obstante, en algunas situaciones (también dependiendo del nivel gráfico elegido por nosotros) algunas texturas quedan un poco atrás a esta nueva generación. Aquí también hay dos aspectos negativos más, a veces hay demasiada sangre, aunque se puede reducir su cantidad, además la expresividad (a nivel físico de los personajes) puede resultar un poco justa, pero sin embargo los personajes están cargados de historias y sentimientos que nos mostraran con el transcurso de la aventura. Por otro lado está la BSO, increíble para tratarse de un juego, le añade ese factor que a muchísimos juegos le podrían faltar, incluso a según qué películas.

Vamos ahora, antes de ir concluyendo la crítica de este juego, aunque no me he extendido tanto como podría, a hablar la historia de Dragon Age. El nombre del juego tiene mucho que ver con ella, pero ahora no vamos a soltar spoilers ni mucho menos. Para aquellos que quieran tener una idea, unos legendarios héroes, llamados guardias grises, pretenden unir a todas las razas para acabar contra la Ruina, formada por los llamados Hurlocks, que parecen más bien orcos. De entrada, nos puede parece simple, pero necesitareis estar atentos para comprender realmente todo lo que hay detrás de este simple videojuego, incluso las conversaciones de los personajes son profundas, pero resultan también muy divertidas.

En conclusión, Dragon Age contiene todos aquellos elementos que lo alzaron como juego del año 2009 en Meristation. Esto se debe en parte gracias al gran trabajo que se ha hecho, tanto todo lo que he mencionado aquí como lo que no, todo contribuye a formar una obra maestra, digna de ser jugada y rejugada, pues el juego nos invita a hacerlo una y otra vez, aunque sea para mantener las polémicas relaciones sexuales.