Cada año llega el drama para millones de niños y padres. Los primeros se comen la cabeza intentando no pedir todo el catálogo de juguetes, mientras que los segundos intentan hacer lo mejor posible para conseguir lo que los pequeños quieren. Y por si fuera poco, están los regalos entre mayores. Hoy vuelvo con otra lista que, aunque no es tan larga como la del INEM, es decente. ¡Regalos de navidad!
El barco de Playmobil: ¿¡Quién no lo pidió!? Es el regalo que todo niño ha disfrutado como un loco e incluso metido en la bañera con él. Recuerdo que además traía cañones, y también que su balas solían acabar desperdigadas por toda la casa. Son cosas de niños, o eso era lo que decía mi madre para que no me echaran bronca.
Action Man: Otro regalo típico y que ha estado en todas las casas existentes del mundo y por haber. Sin embargo, últimamente me he estado planteando que por qué todos los Action Man tenían que venir con algo que disparará misiles. Y es que ya sabéis, el maligno Doctor X… La cuestión era joder siempre al pobre Doctor X, y absteneos los malpensados.
Barbie: He aquí la por muchos novia oficial de Action Man (por entonces Ken era relegado a un segundo plano). Desde los 90s Barbie ha evolucionado bastante, pero aún sigue sacando películas más cutres que los decorados de Sálvame.
Furby: El Furby fue un regalo que triunfo durante mi generación, ¡todo el mundo lo quería! Era divertido darle de comer y que te hablará. Además, han circulado miles de leyendas urbanas sobre él, como que si ponías dos juntos te marginaba o que si lo ponías frente al espejo se aparecía Yoko Ono.
Scalextric: No hay regalo más inútil y temporal que un Scalextric. Durante los primeros días todos le hacemos casos como bobos, y al cabo de dos semanas acaba en el armario guardado. En fin.
Colonia: Sin comentarios. SI te la regalan es que hueles mal o no te conocen.
Y por último, cierro con la famosa bicicleta, regalo omnipresente que me ha dado pereza comentar, en forma de video.