martes, 8 de diciembre de 2009

Antes de que se acabe el mundo y los huevos Kinder dominen el universo


El mundo se acaba, o al menos los huevos kinders, pues con el proyecto de ley del gobierno este tipo de alimentos no podrá contener los famosos juguetes. Esta empresa, que no será la única afectada, tendrá que elaborar una nueva estrategia para llegar a los más pequeños, nuestros niños. Kinder no sufriría en soledad esta ley, los conocidísimos Happy Meals han contenido siempre, junto con los alimentos, un juguete, que ha variado en función de producciones audiovisuales destinadas a los pequeños. El debate que nos brinda esta noticia es interesante, podríamos plantearnos una serie de preguntas:

¿Qué prefieren ellos? Con esto me refiero a los consumidores de todo este tipo de alimentos, aquellos que quizás eligen un producto en función del regalo, sin tener en cuenta las características, por ejemplo, de la hamburguesa. La pregunta tendría respuesta si la ley estuviera vigente, viendo así que hacen los niños.

¿Es la ley favorable? Hay que tener en cuenta muchas cosas, es verdad que las hamburguesas o el chocolate no debería ser un alimento habitual en la dieta de los jóvenes pero, también tenemos que plantearnos, si la culpa es también de los padres, en otras palabras, a lo mejor son ellos los culpables, no exclusivamente los menores. Tampoco hay que engañar a nadie, en la televisión aparecen cada día cientos de anuncio enfocados a ellos, un grupo de chicos juega con sus nuevos juguetes mientras come un Happy Meal, una feliz estampa marcada por la peligrosidad de tales alimentos, recordemos sus niveles de grasas, entre otros.

No quiero enrollarme más, solo dar a conocer esta propuesta de ley de nuestro gobierno. A mi, como reciente mayor de edad que ha crecido junto a los huevos Kinder, me daría pena que todo esto acabara borrando una parte de la infancia de los futuros niños, pues no considero que la publicidad o estos alimentos sean perjudiciales del todo, sino que todo depende de la frecuencia con que sean injeridos por nosotros.

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