lunes, 17 de mayo de 2010

Más vale pedir perdón que pedir permiso


Llevo varios días leyendo el libro de Jordi Évole, conocido también como el Follonero. Entre sus páginas, además de contar las anécdotas del programa, hace bastantes bromas. Esta tarde, mientras leía el capítulo en el que fueron al vaticano a regalar al papa la guitarra de Chikilcuatre, me ha parecido que estaría bien compartir el siguiente fragmento: (Y sí, estoy haciendo publicidad gratuita aunque no fuera mi intención).

"Mientras esperábamos al Papa, pasó una cosa que me llamó la atención. Una hora antes de que el Pontífice llegara a la plaza de San Pedro, pasa un señor y te da unas tarjetas que, a primera vista, parecen flyers. Al principio pensé que igual eran de una discoteca cristiana, la "christoteque", o algo así. Incluso se me ocurrió el eslogan: "El que esté libre de pecado que pague el primer cubata."

Pero nada más lejos de la realidad. Estas tarjetitas informaban de que, durante el acto Papal, se iban a tomar fotografías, y de que podías ir a buscar la tuya a una tienda de fotos cercana. Qué casualidad: una tienda de fotos haciendo negocios con la Iglesia. Claro, las dos se dedican a revelar rollos a la gente."

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